sábado, 11 de diciembre de 2010

1. ¿Existe Dios?




Seamos sinceros: nadie ha visto directamente a Dios. No hay muchas señales de su existencia. Si las hubiese, no habría tanta discusión al respecto, y sencillamente, los ateos se convertirían. No vacilamos en calificar de ‘loco’ a quien crea que la ciudad de Montreal no existe; pero no nos apresuramos a llamar ‘loco’ a quien crea que Dios no existe, en buena medida porque aceptamos que, aun si no estuviéramos de acuerdo con él, el ateo no defiende una postura escandalosamente irracional.
Ahora bien, si no hay señales inequívocas de la existencia de Dios, ¿por qué hay tanta gente que cree que Dios existe? La vasta mayoría de los creyentes lo hace por algún acto de fe: aun frente a la ausencia de razones, creen que Dios existe. Pero, otros creyentes afirman que Dios existe porque, a su juicio, sí hay pruebas de su existencia. A su juicio, quizás esas pruebas no son tan contundentes como nos gustaría, pero hay al menos suficientes elementos racionales como para intentar demostrar la existencia de Dios. Hoy los filósofos no se preocupan demasiado por este tema, pero en la Edad Media, fue una de las cuestiones fundamentales de la filosofía.
Se han esgrimido varios argumentos para probar la existencia de Dios. El primero consiste en señalar que la misma idea de Dios ya implica su existencia. Pensemos en lo que la palabra ‘Dios’ significa: una entidad buena, omnipotente y perfecta. Pues bien, si es perfecta, entonces esa entidad necesariamente existe. Pues, para que una cosa sea perfecta, debe existir. Si no existiese, entonces ya no sería perfecta, pues es más perfecta una cosa que existe, que una cosa que no existe. Dios debe existir, pues si no fuera así, ya no sería Dios.
¿Perplejos? Muchos filósofos en efecto han quedado perplejos con este argumento. Vale admitir: resulta bastante enigmático. Por una parte, es muy sospechoso que un argumento como ése logre probar algo, pero por otra parte, no es fácil precisar por qué debemos rechazar el argumento en cuestión. Quizás, podamos responder que el argumento falla al asumir que Dios deja de ser perfecto si no existe. Probablemente el hecho de existir o no tiene ninguna implicación sobre la perfección de Dios, en buena medida porque la existencia no es algo que propiamente podamos predicar sobre ningún ente.
Como vosotros, muchos filósofos han quedado rascándose la cabeza al contemplar estos argumentos, y han preferido pasar a considerar otros argumentos a favor de la existencia de Dios. Hagamos lo mismo.
Contemplemos las causas y los movimientos en el universo: todo evento es causado por otro evento, y todo objeto que se mueve ha sido movido por otro agente. El universo es como un inmenso juego de fichas de dominó organizadas de manera tal que, al tumbarse una, ésta tumba a otra, y ésta a otra, y así sucesivamente. Ahora bien, tuvo que haber habido una primera ficha de dominó que tumbó a los demás. Y, de la misma manera, tuvo que haber habido una primera causa que causó a las demás, o un primer agente que movió a los demás. Pero, esta primera causa o primer agente debió haber causado sin ser ella misma causado, o movido sin ser él mismo movido. Ese agente que causa sin ser causado, o mueve sin ser movido, debe ser Dios.
Mucha gente ha quedado convencida de la existencia de Dios con este argumento, pero no deja de tener fallas. Pues, ante una cadena de causas, debemos preguntarnos: si Dios es la causa de todo, ¿cuál es la causa de Dios? Algunos filósofos opinan que Dios no tiene causas, porque en algún momento, la cadena causal debe interrumpirse, pues no puede seguir hasta el infinito. Pero, no parece haber una razón clara por la cual la cadena causal no pueda prolongarse hasta el infinito. Estamos acostumbrados a creer que todo debe tener un inicio, pero no necesariamente debe ser de esa manera; quizás el universo ha existido desde siempre.
La prueba más común que los filósofos emplean para afirmar que Dios existe es la apelación al orden del universo. Si observamos nuestro mundo, vemos que, desde el funcionamiento de la célula, hasta la configuración de los planetas, hay apariencia de diseño. Nada de eso pudo haber surgido por cuenta propia. Si en el universo hay apariencia de diseño, entonces debe ser porque hay un diseñador. Y, por supuesto, ese diseñador es Dios.
Pero, una vez más, no deberíamos ir tan de prisa. Quizás haya un mecanismo que permita que surja apariencia de diseño, aun cuando no haya diseñador. De hecho, ese mecanismo ya existe entre los seres vivos: la selección natural. Un lagarto es verde, no propiamente porque Dios le dio ese color, sino porque su pigmentación le sirve de camuflaje. Quizás hubo lagartos azules, pero éstos murieron en las garras de los depredadores. Lo mismo puede ocurrir con el universo: quizás ha habido otros universos en los que no ha habido el orden que sí tenemos en éste. Así, nuestro universo tiene orden, no porque Dios se lo haya concedido, sino porque resultó ser el afortunado en una competencia con otros universos.

9 comentarios:

  1. CITA:
    "Quizás haya un mecanismo que permita que surja apariencia de diseño, aun cuando no haya diseñador. De hecho, ese mecanismo ya existe entre los seres vivos: la selección natural."

    Después viene el problema de responder de DÓNDE surge el "mecanismo"...

    Cuando Laplace eliminó la acción de Dios en la mecánica celestial (Mécanique Céleste, 1799-1825), no lo hizo considerando la inexistencia de Dios. Todo lo contrario: desde su punto de vista, Dios había creado el universo de tal forma, que no necesitaría de intervenciones sucesivas. Este argumento se ha utilizado para tender un puente entre "creacionistas" y "evolucionistas" modernos. (Aún cuando el debate presenta algunos puntos irónicos en el sentido de que el mismísimo Darwin era un creyente de Dios.)

    Por otra parte, y pido me corrijan si no es así, la afirmación "Dios existe" es una proposición que no es "falsificable"; no parece haber forma de demostrar que NO existe, y por lo tanto, no constituye tema de discusión científico (a la Popper).

    Este es uno de esos temas que probablemente no podamos resolver nunca, a menos que aparezcan pruebas irrefutables que confirmen la existencia de Dios. Y con "irrefutables", me refiero a por lo menos algo como lo presentado en:
    http://southpark.wikia.com/wiki/Damien_(episode)

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  2. Es verdad que la existencia de Dios no es falseable. Pero, en un tema como la existencia de Dios, la carga de la prueba reposa sobre quien afirma. En este caso, si no se prueba que Dios existe, entonces la presunción racional es que NO existe. El problema está, como señalaba el mismo Popper, en que ninguna proposición universal puede ser probada (las que tienen el cuantificador "todos" o "ninguno"), y por ende, no se puede probar la inexistencia de algo. Pero, eso no implica que esa cuestión esté fuera del alcance de la ciencia. Nadie puede probar que el Ratón Pérez no existe; pero sería absurdo postular que la ciencia debe callar en torno a la existencia del Raón Pérez.
    De todas maneras, tu comentario es muy interesante, y te lo agradezco.

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  3. Coincido contigo: Si constituye o no material científico según determinados criterios, es una cosa. Que deba callarse en torno al tema mismo, es otra.

    Mi punto es básicamente que no es un tema que vayamos a "resolver" pronto. El enfoque científico, según lo entiendo, es una forma de abordar y comprender los problemas. Pero, puede realmente este enfoque RESOLVER el problema de la existencia de Dios? (Como puede resolver, por ejemplo, el problema de viajar al espacio; o inclusive el asunto de los modos en que se inter-relacionan lo seres humanos, i.e. sociología, economía,...)

    Pregunto además: crees que haya algo que esté fuera del alcance de la ciencia?

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  4. Yo sí creo que la ciencia puede resolver el problema de la existencia de Dios. Puesto que la carga de la prueba reposa sobre quien afirma, la ciencia presume que Dios NO existe, a no ser que se ofrezcan pruebas de que sí existe. La ciencia no podrá demostrar que Dios no existe, pero sí recomendará asumir que no existe si no se ofrecen pruebas de su existencia. Me parece que el tema de la existencia de Dios está al mismo nivel que la existencia de extraterrestres o la ley de la oferta y la demanda: la ciencia puede resolver estos asuntos.
    Respecto a lo que preguntas, yo sí me inclino a opinar que no hay conocimiento que esté fuera del alcance de la ciencia. Quizás la moral (es decir, ¿cómo DEBE ser el mundo?) no esté al alcance de la ciencia, pero cada vez pienso más que la ciencia sí puede darnos lecciones sobre qué es lo bueno.
    Gracias por tus comentarios, son muy interesantes.

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  5. Kant se equivocó en aspectos de lo que planteó. Pero si en algo tuvo buenas razones fue en considerar que la existencia de Dios como entidad metafísica es absolutamente inabordable por la Ciencia. Efectivamente la ciencia puede pronunciarse al respecto, como virtualmente lo puede hacer sobre cualquier evento o acaecimiento en el mundo, sopesando racionalmente argumentos, pero, insisto [kantianamente por supuesto y ésto obviamente es una limitación], Dios es científicamente inaprensible, incalculable, inescrutable, inabordable y en buena medida porque, aceptando como premisa mayor su inherente carácter metafísico, es imposible espaciotemporalizar dicha entidad, al igual que algunos otros entes creados por la fantasía humana.

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  6. Sí, estamos de acuerdo en que la ciencia no está en plena capacidad de afirmar si Dios existe o no; pero, puesto que la carga de la prueba reposa sobre quien AFIRMA la existencia de Dios, entonces la ciencia debe presumir que no existe. Eso no implica que Dios no existe; sólo implica que hemos de asumir que no existe, hasta que se ofrezca prueba de lo contrario.

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  7. Hola a todos:
    La cuestión de la carga de la prueba resulta fundamental en esta argumentación.
    Cuando Voltaire, con motivo del desastre de Lisboa de 1755, escribió duras críticas acerca de la bondad divina; no parece que mediante la razón se haya podido "nunca" justificar y, mucho menos, demostrar la existencia de Dios y dioses...
    La cuestión es que no depende de nosotros tal prueba o demostración; ninguna de las que han sido propuestas(ontológica, cosmológica, etc.) han podido ser concluyentes y positivas. De tal
    manera, tanto creer como no creer sería algo lícito, coherente y racional.
    La cuestión es que si nunca llegase prueba alguna "suficiente" lo más probable es que nos olvidemos de la cuestión...(cansancio, aburrimiento,risa etc.)
    Pero, si acaso algún día sucede que tal Dios o dioses deciden, llegado el momento, mostrar que sus existencias son verdaderas y objetivas, entonces todos los brillantes pensadores podrán decir: nos faltaban datos.
    Es como si a un argumento o silogismo le faltara una premisa(la carga de la prueba), así ya sabemos que la conclusión no se sigue de las premisas. Por lo tanto, es perder el tiempo el seguir buscando algo que todavía no tenemos.
    Por lo tanto, todo queda del lado del corazón, hoy por hoy. Y respeto, de igual modo, al que cree como al que no cree.
    A mí me fastidian tanto los creyentes como los no creyentes que se dedican a maltratar, odiar,
    explotar e,incluso, matar a los demás; y luego se van a la cama, tan tranquilos, pues sus dioses o sus ideas se lo permiten.
    Un abrazo.

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  8. DIOS EXISTE, ES UNA AFIRMACIÓN.
    Evidentemente la crítica reflexiva de todo ser pensante no es demostrable hasta cierto punto, sin embargo si seguimos la idea de que el universo es mental (“pienso, luego existo”; DESCARTES), es entendible deductivamente que hay alguien atrás de la primer ficha de dominó, precisamente un ser vivo que tiene actividad consciente y que éste ha hecho esas fichas de que habla en su ejemplo. Todo está sujeto a la reflexión subjetiva y tarde o temprano nos llevará a la demostración objetiva. Muchos hombres de ciencia han tomado fragmentos filosóficos para comprender situaciones, descubrir e inventar todo cuanto tenemos para una cuasi versátil comodidad de la sociedad. Ahora en el siglo 21 LA MECANICA O FISICA CUANTICA empieza a demostrar lo inconcebible para muchos. Si bien es cierto, de que Julio Verne Colaboró con su diseño mental para llegar a la luna, descender y recorrer millas náuticas por los océanos, y no solo él, sino tantos otros personajes de la historia y presente que han hecho posible la realidad con sus ideas asombrosas, haciendo efectiva la lógica de René Descartes “PIENSO, LUEGO EXISTO”. Sin ir muy lejos, el celular Samsung que porta, viene de una actividad mental consecutiva de muchas ideas reunidas por efecto dominó, concluyendo en el último grito de la tecnología avanzada.
    Me gustaría seguir platicando sobre este asunto, pero creo que será en otra ocasión.
    C. Caín Tinajero Oseguera y
    Pedagogo

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